Estas fechas tan señaladas globalmente, suelen traer reflexiones y análisis de lo acaecido durante el año. Infinidad de listas marcan las bases de lo que queremos o no repetir en meses sucesivos. Sin embargo, en ocasiones se nos escapa el otorgarnos y perseguir nuestro bienestar emocional dejando brechas en la salud mental.
“Ir más al gimnasio”, “Comer mejor”, “Conseguir metas laborables”, “Viajar y conocer mundo”. Seguro que, como mínimo, tres de las cuatro frases previamente enunciadas te suenan. Pero, ¿qué pasa con mejorar el control mental y dedicarse más tiempo a una parte fundamental de ti mismo como es la felicidad emocional? En AISS, gracias a nuestro equipo y la trayectoria profesional que nos avala desde hace más de veinte años, sabemos lo relevante que es esta parcela. Sopesar en una balanza lo externo y lo interior es mediar con la complejidad del ser. Nuestras acciones se fundamentan en la fuerza que arraiga de las profundidades, por lo que cuidarla y darle el respeto que se merece es más que necesario.
Nuestro cuerpo es el transporte hacia el que queremos encaminar y encauzar las acciones que llevaremos a cabo. Por el contrario, nuestra mente es el motor, un engranaje complejo, preciso y extraordinario que orquesta las emociones, impulsos y estímulos que permitirán que el resto se desarrolle. Por tanto, ¿cómo no dedicarle tiempo a nuestros propósitos anuales?
De manera mayoritaria, nos descubrimos invirtiendo tiempo en acciones externas sin reparar en lo que nuestra mente nos está reclamando. Quizá durante el próximo año encontrar intervalos en nuestra cotidianeidad para examinar cómo nos encontramos y cuáles son las cosas que nos rodean, y de las que nos rodeamos, es la solución a pequeñas recaídas que desajustan nuestro bienestar. Sabemos que percatarse y detener nuestro día a día para observar cómo nos sentimos puede resultar duro e incluso molesto. Mirarse el ombligo para modificar una rutina cuesta. Cualquier alteración en nuestra vida, por minúscula que sea, trastoca nuestro control emocional. Tal vez sea el momento de probar nuevas técnicas que te ayuden a sobrellevar y recobrar unos valores que tuviste antaño. Decir “NO” sin tener que pedir disculpas, puede ser ese primer paso. Hacerte una entrevista cada día de cinco minutos para estudiar cómo te encuentras, los elementos que han perturbado tus sentimientos y aquellas que te han aportado también puede ser otra manera más de hacerte consciente de tu salud mental.
No se trata de grandes ejercicios, sino de diminutos actos que permiten reconectar con uno mismo.
Como cada año, en AISS hacemos conciencia de aquello que nos motiva y tantas satisfacciones personales y profesionales hemos adquirido con el devenir: cuidar la salud mental de nuestra sociedad. Queremos otorgarle el podio que merece en este mundo donde parar parece ir unido a un atropello. Dediquémonos tiempo, tiempo de calidad. Porque encontrarnos es la estabilidad que nos permite conseguir todo aquello que nos proponemos, no sólo para el 2018, sino todos los venideros.
¡FELICES FIESTAS!
El equipo profesional de AISS