El equipo de AISS nos desvela sus secretos profesionales

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Equipo profesional de AISS junto con Ana Villota, fundadora y gerente.

El éxito de una empresa y/u objetivo depende en gran parte de los profesionales que lo llevan a cabo. En AISS podemos hacer honor a ello gracias a nuestro equipo.

Nuestra plantilla cuenta con personas extraordinariamente formadas cuya calidad humana trabaja mano a mano con sus conocimientos en el medio en el que nos movemos. La comunidad de la salud mental es un desafío constante en el que mejorar no es una opción, sino una obligación moral con la sociedad.

Para ello, esta semana nos adentramos en el mundo laboral de nuestros profesionales que conviven en los pisos tutelados con los usuarios. Queremos descubrir una parte intrínseca de nuestro trabajo.

Contamos con los testimonios de tres mujeres de nuestro amplio y heterogéneo personal. Ellas son Paula Cuesta, psicóloga, Rocío Llamas, Integradora Social y Ana Fernández, Terapeuta Ocupacional.

Paula Cuesta, ¿En qué consiste su trabajo?

Acompañamos a las personas que residen en los pisos tutelados hacia unos hábitos diarios más estables y más sanos. Con ellos conseguimos un mayor alcance de estabilidad psiquiátrica, una vida más autónoma y lo más normalizada posible.

El día a día de los usuarios es muy variable; en ocasiones están muy activos o, por el contrario, los estados de apatía se acentúan. En estos casos, su figura de referencia actúa para tratar la sintomatología activa que pueda estar presente.

Ana Fernández, ¿de qué manera su profesión permite ayudar a las personas con enfermedades mentales?

Estableciendo un orden en su vida, mediante la integración y entrenamiento de las actividades de vida diaria en una rutina; prestándole apoyo y marcando pautas para su integración en la sociedad; haciéndole ver que puede tener una vida autónoma a pesar de las limitaciones de su enfermedad. Trabajo la conciencia de enfermedad y adherencia al tratamiento.

Rocío Llamas, ¿cómo definiría su carrera?

Vocacional, ya que desde muy corta edad tenía claro que quería trabajar en el tema social. Mi objetivo era desarrollarme en un recurso que me aportara en el día a día, no sólo a nivel profesional sino personal. Me encanta ser Integradora Social porque cada momento es único. Cada persona tiene unas características diferentes a la anterior por lo que vives diversas situaciones que hacen que tu labor te motive. Aunque los estudios te aportan la teoría necesaria a la hora de trabajar, es el trato personal con los usuarios lo que te nutre a nivel profesional. Por lo que mi labor en pisos supervisados es una forma de prestar apoyo y aprender en todos los aspectos. Actualmente realizo el grado de Trabajo Social para aumentar los recursos de mi trabajo.

P. Cuesta, profesionalmente, ¿qué es lo que hace que su labor sea única?

Este trabajo difiere mucho del resto. En nuestros pisos la atención es individualizada y muy cercana. No somos simples trabajadores, pasamos a formar parte de las vidas de ellos y recibes su cariño día a día.

A. Fernández, ¿en qué consiste su labor profesional dentro de los pisos tutelados de AISS?

Organizando las órdenes de vida de personas con este tipo de enfermedad, mediante el entrenamiento y supervisión en la ejecución de las AVDs (tanto básicas, como avanzadas e instrumentales). Reeducación de conductas o hábitos que están fuera de los patrones normales.

R. Llamas, ¿cómo se desarrolla un día regular en los pisos tutelados de AISS?

Se desarrolla de un modo muy completo. Se realizan actividades de la vida cotidiana necesarias en la vivienda como es la gestión de trámites, acompañamientos médicos, organización del ocio, así como relaciones multidisciplinares con el resto de profesionales del mismo recurso y con instituciones y profesional de recursos externos. De esta manera, tocas un abanico muy amplio de funciones que competen al Integrador Social. Conseguimos dotar a los usuarios de una mayor autonomía, incrementamos unos hábitos de vida saludable, así como adherencia al tratamiento, por lo que con el apoyo necesario pueden llevar una vida lo más normalizada posible.

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Parte del equipo profesional de AISS

¿Qué matices introducen de manera particular en la labor diaria de los pisos tutelados?

P. C. – La perspectiva es muy importante en el trabajo en los pisos tutelados, el ser capaz de interpretar lo que intentan expresar los usuarios con sus respuestas o acciones es esencial para poder guiarlos.

A. F. – Introducimos pautas acerca de cómo desarrollar las diferentes AVD’s, integración de los usuarios dentro de actividades de ocio, buscando recursos fuera del centro que ayuden o favorezcan la integración de usuarios. También indagamos en terapias cognitivas tanto individuales como colectivas para mantener las capacidades del usuario en el tiempo.

Dichos matices, ¿cómo se engranan para llevar a cabo una labor común?

R. Ll. – Trabajando de manera multidisciplinar con reuniones en las que se ponen en común aspectos relevantes y en las que cada uno ofrece su perspectiva para lograr una línea de trabajo común. 

A. F. – Sí, además establecemos objetivos de trabajo fijados en función de las capacidades de cada usuario y dentro de cada una de las disciplinas del equipo de profesionales. Compartimos las diferentes situaciones acaecidas para que cada profesional aporte su punto de vista e intervención dentro de su campo.

Conviven semanalmente con los usuarios. ¿Cómo de relevante creen que es el trato directo y personal con los pacientes en los pisos tutelados?

P. C. – Resulta esencial que el trato sea de esta manera. Ellos necesitan una persona de referencia con la cual sepan que pueden contar en su día a día; es la mejor manera para trabajar con ellos. Cuánto más les conoces más les puedes ayudar.

R. Ll. – Es la manera de trabajo más adecuada ya que con apoyo constante los usuarios pueden alcanzar una estabilidad psiquiátrica, unas pautas de vida sana y realizar actividades de manera normalizada.

¿Cuáles son los retos profesionales a los que se enfrentan diariamente?

A.F.- La resolución de conflictos e interacción con los usuarios.

P. C. – Al ser pacientes con un pronóstico de cronicidad, el reto profesional es saber observar a la persona como un todo, comprender su manera de expresar cómo están.

R. Ll. – Afrontas diversidad de retos como que mantengan una óptima alimentación e higiene, que lleven un horario estructurado, conflictos en la convivencia, fomentar adherencia al tratamiento, concienciar del diagnóstico que presentan, coordinación con familias y con el resto de profesionales, así como el mantenimiento de la limpieza en el piso con los usuarios que conviven en él.

¿Qué cualidades y habilidades creen que se necesita para trabajar en los pisos tutelados?

P. C. -La empatía, la paciencia y el trabajo con cariño pero con firmeza. Se trata de una labor vocacional.

A.F. – Coincido con Paula. Vocación, paciencia, cariño, firmeza y disciplina.

R. Ll. – Me sumo al pensamiento de mis compañeras y añado que tienes que ser una profesional asertiva, empática, con capacidad de negociación, paciente, bastante positiva, pero sobre todo poner en práctica la escucha activa. Cuando te gusta la labor que realizas estas habilidades surgen de manera natural.


Muchas gracias por cedernos su tiempo y relevarnos las claves de su trabajo en los pisos tutelados de AISS.

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