Maltrato psicológico y las consecuencias directas sobre la salud mental

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Hablamos sobre un terror invisible. Una acción que, de forma repetida y devastadora, ocupa la vida social y apenas tiene la relevancia y repercusión que realmente precisa.

 

MALTRATOPSICOLOGICO

 

El maltrato psicológico es un fantasma que se oculta entre las múltiples caras de las diversas facetas sociales, familiares, laborales y culturales que rodean nuestra vida y cotidianeidad. Según los datos revelan, el género más afectado en España es el femenino cuyos casos aumentan respecto al año pasado. El agresor cuenta con la premisa de no dejar cicatrices a simple vista, a priori, lo que hace más difícil su detección e incluso, y más doloroso, aceptación. Lejos de ser un problema aislado, son muchos los países del primer mundo que no reconocen el significado de maltrato psicológico como tal; Florida, Estados Unidos, es uno de ellos donde asombrosamente queda recogido como uno de los treinta y nueve casos de “Daño”.

Una de las consecuencias directas es la baja autoestima que la víctima presenta. Muchas ocasiones este factor ya le es precedido y es ahí donde el maltratador encuentra la veda idónea donde focalizar su ira, menosprecio y comenzar el abuso.

Le sigue el aislamiento donde la interactuación con familiares y amigos se convierte en un factor inexistente. Aterrorizar a la víctima es la dosis diaria que el maltratador emplea para cauterizar cualquier opción de escape concluyendo en ocasiones en agresión física. La telaraña del maltrato queda tejida con hilos fuertes y la presa está sometida a merced de su agresor. Ansiedad, trastornos de la alimentación, insomnio, dolores digestivos, cefaleas… son algunas de las secuelas destructoras que el maltrato psicológico acarrea a su paso.

«Ante el maltrato tolerancia CERO»

Como al inicio hemos comentado, el maltrato psicológico no sólo está atado al acometido en las relaciones sentimentales. Bajo un marco social en el que aun prima el patriarcado como sistema endémico, la mujer sigue relegada al cuidado del hogar, hijos y familiares enfermos. En cuanto al plano laboral la situación poco varia; los hombres son los que, debido a su libertad de cargas familiares, consiguen promocionar y ascender con mejores puestos y sueldos en detrimento a la reducción de jornada de las mujeres poder llevar a cabo esas tareas que le vienen generacionalmente dadas, por el arcaico hecho de nacer mujer. Pese al desconocimiento de la palabra feminista, en ningún caso exclusiva de las mujeres y cuya única premisa es conseguir la igualdad a todos los efectos entre géneros,  y gracias a las asociaciones que la abanderan paulatinamente se van consiguiendo pequeños pero firmes logros a favor de esa ansiada y merecida equidad.

Desde AISS queremos hacer un llamamiento social e instar a aquellas personas que estén pasando una circunstancia de maltrato, en cualquiera de sus acepciones, o conozcan el caso de alguien a que denuncien de manera inmediata, sin dilación. Buscar ayuda y poner los medios legales que se estimen pertinentes pueden salvar muchas vidas. Está en nosotros la responsabilidad de crear una sociedad sana tanto desde el axioma como desde las relaciones afectivas y sociales.

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